Viaje a Denu (Ghana) - Conclusiones

vídeo         

Preparativos     Viaje

Cinco años y pico después de nuestro primer viaje a Denu, volvemos al lugar en el que Simon nos embarcó en este proyecto. Cinco años no han sido suficientes, probablemente minusvaloramos el esfuerzo y el dinero necesarios para llevar a cabo la construcción del orfanato. A la vista del resultado alcanzado hicimos una estimación del coste y el esfuerzo necesarios para terminarlo, cuyas cifras nos dejaron un poco desolados.

De todos modos, estar allí, en medio del orfanato a medio construir, después de un año tras otro de trabajar prácticamente a ciegas, viendo únicamente fotos y siguiendo los progresos a través de los ojos de Simon, despertó en nosotros una sensación muy positiva, ilusionante y motivadora. Sin duda estamos haciendo algo que merece la pena, implicando a la comunidad local en construir un edificio en el que
podrán prosperar niños que de otra manera habrían tenido muy poco futuro. Si alguien tiene alguna duda de que en cualquier rincón del mundo la gente tiene los mismos anhelos, se despejan de golpe al ver que esta gente olvida sus problemas diarios, que son muchos, y se ponen manos a la obra con un proyecto como éste. Algunos de los
implicados locales, como los albañiles y los que se encargarán de la administración del orfanato, cobran o cobrarán por su trabajo, naturalmente, pero otros colaboran desinteresadamente. Salta a la vista que incluso los que no trabajan de forma totalmente altruista, ponen todo su interes, incluso más del que puramente se les podría exigir, en que esto salga adelante.

La buena voluntad no es el único ingrediente necesario para completar un proyecto como éste, pero sin duda es un ingrediente imprescindible.

En esta visita a Ghana se nos unió un grupo de amigos de Granada, que ya habían colaborado con nosotros desde su grupo de teatro, junto a los dos miembros de OSO que no habían estado allí todavía, Maria del Mar y Marco. Compartir la experiencia con ellos ha sido uno de los elementos más gratificantes del viaje, tanto para OSO como para ellos. No han dejado de agradecernos, en cada una de las ocasiones en que nos vemos, el haberles permitido participar en esto desde dentro. Se han convertido desde entonces en simpatizantes de OSO y en nuestros más activos colaboradores.



Y para finalizar, un par de reflexiones de una de nuestras mejores compañeras de viaje.